Viaje al centro de la vida: paisajes internos

¿Puedes reconocer o recordar la sensación que te inunda al comienzo de un viaje? Cuando ya pasaron los preparativos, y te puedes sentar en el tren o el avión, con una ligereza rodeándote…todo lo que ves es nuevo, y eso refresca tu mente y tu ánimo.
Tu atención es más plena…puedes observar quizá que tus pensamientos cambian.
En Educación Somática, usamos la metáfora del viaje, para describir el proceso de aprendizaje de uno mismo: las exploraciones, pueden pensarse como paseos por tu cuerpo, movimiento, mente, emociones.
Esta metáfora favorece una disposición curiosa, ligera, con menos expectativas del resultado.
En Educación Somática nos valemos de varias herramientas para habitarnos-trabajar la intercepción; para reconectar los caminos y conexiones brillantes del sistema nervioso.
Sonido, movimiento, contacto, imaginería…son herramientas que puedes elegir, como vehículos cuando haces un viaje.
Lo que siempre llevas es tu atención, que va ganando experiencia y paciencia, aceptando las distintas aventuras como un aprendizaje.
Tu anatomía es el mapa y el viaje lo haces tú, descubriendo tu territorio.
Los paisajes internos se nos revelan cuando nos vamos habitamos por dentro, son bocetados por la anatomía pero coloreados por nuestras sensaciones, imágenes que surgen, pensamientos, emociones, memorias.
Vamos sorprendiéndonos de esa cinestesia (mezcla de sentidos: olores, visiones, sonidos internos, texturas, etc) por la que toma volumen y espacio nuestro soma.
Al conocer nuestros paisajes internos (antes quizá vacíos, no visitados, descoloridos), un soporte interno nos anima, y nos lleva a una presencia más plena, que busca moverse, comunicar, expresarse.
Al habitar tus paisajes internos, te puedes descubrir conectada al paisaje exterior: lo que es adentro es afuera.
La memoria que vas creando de tus contemplaciones y paseos, te ayuda a regresar, para descubrir ¡que siempre el paisaje es nuevo! Hermosa fuente de exploraciones nuestro soma, la vivencia es muy íntima y personal, pero se comparte y se danza con los demás.
Cuerpo, mente y movimiento son la vida que tu atención recolecta, para nutrirse y dejarse sorprender en este aprendizaje sin fin.