¿Qué es la Educación Somática?

ivana sejenovich
¨Despertar el cuerpo significa que estamos dispuestos a caminar a través de nuestro tejidos y  encontrar senderos para secuenciar la energía y lograr un movimiento libre. Si nos damos el  tiempo para indagar y apoyarnos internamente a través de los sistemas corporales, y  externamente a través del espacio y el movimiento, volvemos a estar plenamente vivos. 
Un cuerpo despierto nos da la oportunidad de una respuesta a la vida más exquisita."
Annie Brook

 

El campo de la Educación Somática comprende muchas disciplinas que han  surgido a partir de la necesidad de encontrar formas más eficientes y  completas de movernos y para vivir más plena y saludablemente en  nuestro cuerpo-ser.  

La palabra griega Soma se refiere a una idea de cuerpo integrado, habitado,  sensible al mundo externo e interno. A partir de Hesíodo, significa cuerpo  viviente. Un cuerpo que se siente a sí mismo y que tiene una percepción  internalizada de sí mismo. A su vez, en sánscrito esta palabra significa néctar  de vida. 

Casi todos nosotros, hemos vivido relativamente lejos del cuerpo,  considerándolo como un objeto que se hace presente sólo cuando se  enferma; es más común la vivencia del cuerpo a través del dolor. Thomas  Hanna, en su libro Conciencia Corporal, se refiere a este fenómeno  sociocultural de olvido de nuestras sensaciones, como el padecimiento de una  amnesia sensomotora. Reconocer esta realidad nos lleva a plantearnos la  necesidad de realizar prácticas dirigidas especialmente a desarrollar nuestra  sensibilidad, o más bien recuperar las conexiones neuromusculares que nos  permitan estar más presentes en nuestro cuerpo-ser. 

En el contexto del trabajo corporal, la palabra Somático se refiere al estudio  del cuerpo en relación a la propia experiencia interna, desde la perspectiva de  sensaciones y percepciones propias. Dejarnos de vivirnos solo externamente  para habitarnos desde adentro, para transformarnos y ejercer el autocuidado. 

Técnicas corporales de integración, con miradas innovadoras fueron creadas  por personas que usaron de laboratorio su propio cuerpo, para vencer ciertas  dolencias de una manera holística y experiencial. Fueron investigando como  cambiar patrones de movimiento, dándole gran importancia al uso y  entrenamiento de la atención conciente.

El objetivo del movimiento somático es agudizar la conciencia sensorial y  motriz de la persona, al servicio de su autoconocimiento, reorganización,  sanación, para enriquecer su vida, al igual que sus interacciones con  otros. 

Algunas de las disciplinas son: Método Feldenkrais, Eutonía (creada por Gerda  Alexander), Body Mind Centering (creada por Bonnie Bainbridge Cohen),  Rolfing (creado por Ida Rolf), etc. Algunas de ellas se enfocan en el uso de  propuestas de movimiento simple y de la palabra como guía de experiencias 

de percepción. Otras se apoyan más en el contacto refinado para apoyar la  conciencia o la liberación de zonas congeladas en el cuerpo, pero todas  plantean un cambio de paradigma en el sentido de que es uno mismo el  protagonista de su propia transformación, y el maestro es sólo un  facilitador.  

Las prácticas somáticas incluyen: 

La observación de gráficos anatómicos y el aprendizaje de distintas  estructuras y dinámicas del cuerpo 

La exploración con movimientos simples, visualización, sonido o  contacto para despertar la conciencia de las sensaciones corporales El movimiento libre, liberando la expresión y dejándonos guiar por la  inteligencia corporal 

La aplicación de esta conciencia corporal a la vida cotidiana, o a  cualquier disciplina que practiquemos.

 

¿Qué es Anatomía Vivencial? 

Anatomía Vivencial, es una disciplina de Educación Somática, una propuesta de  recorrido por los distintos sistemas del cuerpo, reconociendo y aprendiendo  anatomía con el objetivo de despertar la sensación, como célula de conocimiento  de uno mismo. Es un proceso de aprendizaje individual que respeta los tiempos y  resultados de cada individuo, pero a la vez es un proceso que se comparte en  grupo, encontrando en los demás un apoyo para realizar el viaje de interiorización,  expresión y comunicación. 

Podemos ser conscientes de nuestro sistema esquelético, y encontrar un sostén  diferente, más liviano, que ordena y descansa a nuestros músculos. Ser  conscientes de nuestros fluídos (sangre, linfa, líquido sinovial, céfalo-raquídeo, o  simplemente ser conscientes de que realmente somos 75% agua) nos permite 

movernos con más gracia en las transiciones y ser más resilientes en los cambios. Al ser conscientes de nuestros órganos (corazón, hígado, estómago, intestino),  habitamos nuestro interior y devolvemos movilidad a emociones o impresiones  que han quedado atrapadas en los tejidos, podemos prevenir así enfermedades, y  dejarnos sostener por un centro suave. 

Anatomía vivencial es una invitación a habitar el cuerpo, a dirigir la atención  hacia nuestra anatomía, para poder suplantar el concepto de un cuerpo que se  tiene, por la vivencia del cuerpo que se es.