La autencidad del soma
Tu soma posee cuatro ejes en los que puedes encontrar apoyo para la libre expresión de tu persona.
¿Has advertido que la manera en la que te expresas y te comportas en el mundo varía dependiendo del círculo de personas con el que te encuentras y de las diferentes eventualidades de la vida? ¿A veces sientes que una parte de ti se disuelve y se pierde en esta multiplicidad de personas que eres?
¿Cuántas veces has tenido que modificar, restringir o reprimir tu verdadera personalidad para ser capaz de adaptarte, para poder ser aceptada y que no te rechacen en los entornos en los que te relacionas?
En las prácticas de la Librería Somática generamos un espacio seguro e incluyente en el que puedes darle la bienvenida a todas las voces que viven dentro de ti y considerar con una mirada generosa todas esas versiones de ti misma.
Buscamos generar escenarios sensoriales donde toda tu emocionalidad, tu peculiar manera de mirar el mundo, sea bienvenida. Fomentamos un espacio de armonía e inclusión en el que tu experiencia y los descubrimientos de ti misma se expresen sin juicios con la carga emocional que los caracteriza.
Para lograr ese camino de autoconocimiento, autoaceptación y expresión auténtica, contamos con cuatro ejes o pilares de tu expresión. El primero de ellos es la columna. Se trata de un eje que nos brinda la estabilidad, organización y conexión con lo que está arriba y abajo.
En segundo lugar está el tubo digestivo, un órgano que se ubica en la parte anterior del cuerpo. Es el eje que percibe de manera constante la seguridad o inseguridad de nuestra persona. Este eje en particular es el que menos escuchamos; sin embargo, contiene la parte más pura del comportamiento y en él reside la necesidad de nutrirnos emocionalmente. Cuando reconocemos el tubo digestivo, éste es capaz de emanar una presencia de autoridad amorosa que nos enseña a pedir del mundo aquello que nos nutre y beneficia.
El sistema nervioso, nuestro tercer eje, es uno de los pilares más grandes y actualmente el más investigado. Es de suma importancia reconocerlo, aprender a regularlo y ser capaces de acceder a espacios internos que nos permitan sentirnos tranquilos y en paz. Al descubrir lo que nos hace sentir cómodos, seguros y en armonía podremos llegar a un estado de presencia balanceada y auténtica que nos facilitará adaptarnos al estrés y a las eventualidades de la vida.
El cuarto y último eje lo constituye el canal del sistema endocrino, que cuenta con la habilidad y la capacidad de resonar con el mundo de forma sutil para así convertir la energía que recibe del exterior en creatividad y empatía.
Si somos capaces de integrar estos cuatro ejes podremos percibir el apoyo que nos brindan para expresarnos de manera balanceada, para validar nuestras necesidades, fomentar la curiosidad y espontaneidad, conectarnos con el mundo, generar relaciones nutricias y, finalmente aportar al mundo nuestra voz y esencia únicas.